Muchos maestros cuando nos sentamos a planear las actividades a realizar con un determinado grupo de estudiantes, casi siempre pensamos en tener a la mano las mejores estrategias que nos permita cumplir con lo propuesto curricularmente, como visitas a la biblioteca, consultas del periódico, salidas a espacios amplios, en fin una diversidad de actividades pero se nos olvida algo “Las nuevas tecnologías”, que son fuente de situaciones significativas para el estudiante y que desde ellas el proceso de enseñanza – aprendizaje se puede dar de una forma más amplia, interactiva y puede estar transformando la sociedad , y en particular los procesos educativos.
Desde hace mucho tiempo se ha venido escuchando el términos de TICS, y se ha utilizado para hablar de las nuevas tendencias pedagógicas, pero la verdad es que todavía se pone en tela de juicio las nuevas tecnologías a disposición del aula, del estudiante y le volteamos la mirada a esta probabilidad de mejorar la enseñanza, y lo que es peor ayudar a despertar conciencia crítica frente a esta ola de avances.
Como muchas cosas en el mundo tiene sus pro y contras, pero nuestro deber como orientadores de la educación es proporcionar una buena guía frente a la utilización de estos elementos y como ayudar a que los estudiantes se apropien de esto, como un mecanismo autodidacta de superación permanente.
LOS MEDIOS COMO RECURSOS DIDÁCTICOS.
Un uso correcto de los medios para trabajar los contenidos del currículo tiene que tener en cuenta las formas de aprender del estudiante y las formas de organizar la información de los medios (planteamiento multimedia).
Es muy importante la forma que tiene un documento de estructura y presentar la información porque facilita su uso. Todos los documentos son útiles, pero unos más que otros. Con un mismo medio se conseguirá rendimientos diferentes según el modo de empleo.
Durante un tiempo se creía que los documentales de TV eran muy útiles para enseñar, pero algunos análisis han permitido cuestionar esta idea debido a la excesiva información que contienen. La estructura narrativa y las características de éstos resultan eficaces para el entretenimiento, pero no para la enseñanza. Para ello es importante tener claro qué le podemos pedir a un documento para que sea didáctico.
Los documentos audiovisuales los clasificamos en dos grupos: los dedicados a contenidos conceptuales y procedimentales y los dirigidos a contenidos actitudinales.
El tratamiento del lenguaje es diferente: en el primer caso se dirige al intelecto y en el segundo a la emotividad.
Los documentos que trabajan contenidos actitudinales encuentran en la imagen y sonido sus bases que conectan fácilmente con el sentimiento y la emotividad. Ejemplo la publicidad televisiva.
En ambos casos se emplean la sucesión rápida de imágenes y sonidos lo más impactantes posibles ya que facilita la formación de compradores natos aunque puede potenciar actitudes contrarias.
Los documentos dirigidos a conceptos y procedimientos deberán de tener una información estructurada lógicamente porque han de comprenderse. Deberían tener en cuenta las teorías sobre el procesamiento de la información y cuidar la selección y dosificación de la misma.
Requisitos para que el documento audiovisual sea didáctico:
-La información sea relevante con los contenidos del currículo que trate de forma directa y en profundidad los temas que se trabajen en clase.
-La estructura y presentación de la informática sea adecuada al propio contenido y a la forma de aprender de los destinatarios, es decir:
-que éstos estén claros y estructurados, que no salten de un tema a otro.
-que se vea lo que se tiene que ver en el tiempo necesario.
-que las voces sean comprensibles.
-Presentación de temas con recapitulaciones que incluya mecanismos y recursos que faciliten el aprendizaje.
-Actividades, bibliografía, videografía... (que incorpore sugerencias)
Sabremos si un documento audiovisual es didáctico tras someterlo a un análisis.
LUCILA MARÍA ARANGO
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